Durante décadas, lingüistas, intelectuales y políticos han trabajado para crear una normativa lingüística oficial del idioma gallego, que comenzó a tomar forma legal una vez finalizada la dictadura franquista.
Hoy en día, el gallego cuenta con una normativa oficial pero también con muchas variantes propias de diferentes zonas geográficas, lo que puede dificultar las tareas de traducción si no se cuenta con un traductor especializado en este idioma.
La traducción a las lenguas cooficiales del estado español es un servicio cada vez más demandado, y muchas empresas cuentan con traductores especializados en gallego, catalán o euskera.
Según un estudio realizado por la Universidad de Vigo en 2009, el 80% de las traducciones al gallego son libros de texto y de contenidos educativos. Al traducir este tipo de material, prestar atención a las normas lingüísticas es un requisito fundamental.
La normativa lingüística del idioma gallego y sus modificaciones
La normativa lingüística del idioma gallego hace referencia a normas ortográficas y morfológicas, elaboradas por la RAG y el ILG y aprobadas en 1982 bajo el título de Normas ortográficas e morfolóxicas do idioma galego.
Sin embargo, estas normas estuvieron vigentes hasta 2003, cuando se incluyeron ciertas modificaciones, como por ejemplo:
- La letra 'c' desaparece en algunos casos de los grupos consonánticos '-ct-' y '-cc-' si están precedidos por las vocales 'i' o 'u'.
- Se incluyen palabras con la terminación '-zo' o '-za' en lugar de '-cio', '-cia'. Por ejemplo, la denominación Galiza es reconocida en la nueva normativa.
- Se aconseja el uso de los signos de interrogación y exclamación solo al final de la frase.
- Se admite el relativo posesivo “cuxo”.
Las modificaciones pueden consultarse en el Documento distribuido por el Centro de Documentación Sociolingüística de Galicia.
Dado que el gallego es una lengua con gran cantidad de variedades lingüísticas, algunas de estas modificaciones no se usan tanto en el día a día de muchos gallegos como en el registro escrito de los ámbitos intelectuales e institucionales.
Es por ello que, al solicitar el servicio de traducción al idioma gallego, es recomendable contar con traductores profesionales y especializados, al tanto de las normativas lingüísticas y con acceso al material adecuado en caso de tener dudas relativas a los últimos cambios.
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