Entre el tamaño de su mercado, su dinamismo económico y sus bajos costes de producción, China representa un destino muy atractivo para la implantación de una empresa. Sin embargo, este proyecto no debe tomarse a la ligera y debe someterse a varias etapas y procedimientos rigurosos. Hacemos balance.
¿Cuáles son las ventajas del mercado chino y por qué abrir una empresa en China?
Con un PIB de 14,34 billones de dólares en 2019, y un crecimiento económico medio anual del 8 %, China es la segunda potencia mundial después de Estados Unidos. Así pues, el país es ahora un actor importante en la escena internacional y una puerta privilegiada a Asia.
Para los titulares de proyectos, inversores y empresarios extranjeros, crear una empresa, una filial o cualquier otra unidad comercial en China da acceso a un mercado de 1400 millones de consumidores potenciales.
Además, es posible producir en China con costes muy bajos (la producción, la construcción y el transporte son muy baratos). La contratación de mano de obra también es barata. Como prueba del atractivo del país, 430 000 empresas extranjeras han optado por establecerse en China.
Por último, la República Popular China ingresó en la OMC (Organización Mundial del Comercio) en 2001. Esto facilita mucho el establecimiento de empresas de todo el mundo. De hecho, el país ha reducido sus aranceles aduaneros y ha eliminado un gran número de restricciones vinculadas al comercio internacional.
¿Cuáles son los retos de crear una empresa en China?
A pesar de las muchas ventajas de trasladarse a China o ampliar tu negocio en suelo chino, un proyecto de este tipo presenta una serie de retos para las empresas extranjeras.
De hecho, existen muchas normativas relativas a la creación de una empresa en China. Las condiciones de acceso al mercado chino pueden variar según el sector de actividad y la provincia.
Por otro lado, muchos medios sociales están censurados, como Twitter, Facebook y YouTube, lo que puede complicar la estrategia de comunicación y exige adaptarse a las herramientas y tendencias locales.
También es importante saber que la propiedad intelectual se infringe a menudo en China, de ahí la importancia de proteger legalmente tu proyecto empresarial.
Además, la barrera del idioma y las diferencias culturales pueden plantear nuevos retos a los extranjeros. Los códigos sociales son muy fuertes, incluso en el mundo empresarial.
Sea cual sea la fase de tu implantación en China (trámites legales, firma de un contrato comercial, negociación, subcontratación...), será esencial conocer y respetar los códigos culturales vigentes en el país y, en particular, en la provincia y ciudad de que se trate. China tiene 7 lenguas diferentes y numerosos dialectos. De una región a otra hay, por tanto, grandes disparidades entre lenguas, culturas, así como entre hábitos, necesidades y expectativas de los consumidores.
¿Cómo entrar en el mercado chino?
¿Estás decidido a llevar a cabo tu proyecto de establecerte en China? Tanto si deseas abrir una empresa como establecer una sede social, una oficina de representación o un centro de producción, es importante seguir algunos pasos clave para hacer negocios en China y aprovechar las oportunidades de negocio.
Analizar el mercado e identificar los sectores en crecimiento
El mercado chino es muy complejo y extremadamente amplio. Por ello, una fase previa esencial en un proyecto de implantación en China es un estudio detallado del mercado. Debe permitir un análisis detallado de la oferta, la demanda, las oportunidades, los puntos fuertes, los puntos débiles, las amenazas, la competencia, las necesidades de los consumidores, etc. A continuación, será necesario adaptar la oferta, el posicionamiento y la estrategia de crecimiento en función de estos diferentes factores.
Por otra parte, cabe señalar que China es muy competitiva en determinados sectores, como la industria manufacturera, la agricultura, la minería, el sector servicios, la tecnología, las tecnologías financieras, etc. En particular, es líder en comercio electrónico.
Averigua en qué ciudad ubicar tu empresa en China
Con una superficie de 9,597 millones de km2, China ofrece oportunidades muy diversas y variadas para establecer negocios. Numerosas ciudades grandes, dinámicas, atractivas y abiertas al mundo representan destinos privilegiados. Es el caso de Pekín, con 20 millones de habitantes, Shanghái, con más de 26 millones de habitantes, así como Shenzhen, Cantón, Hong Kong, Wuhan, etc. La elección de la ciudad debe hacerse en función de tu campo de actividad, y dependerá de la oferta y la demanda en este sector a nivel local.
Realizar trámites administrativos y jurídicos
Aunque China está abierta a las empresas internacionales, el gobierno fomenta especialmente algunas inversiones, mientras que otras están más restringidas y otras están estrictamente prohibidas. Para ello se consulta el Catálogo de Inversiones, que clasifica los sectores en tres categorías distintas:
- Sectores de inversión fomentados: sanidad, cultura, trabajo social, servicios técnicos, sector financiero, transporte, etc.
- Sectores de inversión restringida: creación de centros de enseñanza superior, hospitales, agricultura, etc.
- Sectores de inversión prohibidos: producción y emisión de programas de televisión, venta de tabaco, asesoramiento jurídico sobre las leyes chinas, etc.
A continuación, deberás informarte sobre los requisitos legales para los inversores extranjeros y los procedimientos administrativos específicos de tu sector de actividad, el municipio de que se trate y el tipo de empresa creada.
Encontrar un socio local
Los trámites para registrar una empresa en China son bastante tediosos y requieren un buen conocimiento del funcionamiento de la administración china. La mejor manera de hacerlo es recurrir a una organización o encontrar un socio local que te ayude con todos estos trámites. En el caso de crear una empresa española en China, es posible, por ejemplo, ponerse en contacto con la Cámara de Comercio de España en China, que apoya a los empresarios en su proyecto de implantación en China. Esto también será muy útil para comprender mejor la cultura local, las especificidades y los requisitos del mercado chino.
Elija el tipo de empresa que deseas crear
Hay varias opciones para crear una empresa en China. Puedes elegir entre las siguientes estructuras jurídicas:
- una oficina de representación: es la opción más sencilla, pero no permite realizar actividades de compra o venta en China.
- una empresa conjunta de capital (EJV: Equity Joint Ventures), o su forma simplificada, una empresa conjunta cooperativa (CJV: Cooperative Joint Ventures): estas requieren un socio local. Se trata de una estructura muy fomentada por el gobierno.
- una empresa de propiedad totalmente extranjera (WFOE: Wholly Foreign-Owned Enterprise): permite a la empresa establecerse en China sin tener que pasar por un inversor local, y ofrece mucha autonomía y flexibilidad al gestor.
Cada forma jurídica está sujeta a sus propias normas legales, procedimientos administrativos y acuerdos de financiación. Además, las actividades permitidas pueden variar en función del tipo de empresa creada. Por lo tanto, no debes descuidar esta etapa y, una vez más, asegúrate de buscar asesoramiento profesional.
Recurrir a un traductor profesional
Como ya se ha dicho, China tiene una gran diversidad de lenguas. El mandarín es uno de los idiomas más difíciles del mundo. La barrera del idioma puede ser un obstáculo importante a la hora de crear una empresa en China. Por lo tanto, para simplificar los intercambios con los socios locales, es esencial recurrir a los servicios de un traductor ya sea para:
- proporcionar traducciones juradas para tus documentos oficiales y jurídicos al crear tu empresa,
- traducir al chino tu sitio web y los documentos de marketing o comerciales,
- utilizar un intérprete en las relaciones con los socios locales,
- traducir documentos financieros, jurídicos o técnicos.
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Respuestas a preguntas frecuentes sobre cómo crear una empresa en China
¿Cómo entrar en el mercado chino?
Para abrir un negocio en el mercado chino, lo más seguro es recurrir a un experto, o a una organización que pueda guiarte en cada paso de tu implantación en China. Este mercado asiático es realmente complejo y muy vasto. También está sujeto a numerosos códigos, reglamentos y costumbres culturales que hay que respetar si uno quiere establecerse con éxito en el país.
¿Por qué exportar a China?
China, con una población de 1398 millones de habitantes, ofrece a los inversores extranjeros la oportunidad de acceder a un mercado extremadamente grande y diverso. En este país de Asia Central, las marcas extranjeras son muy valoradas y sinónimo de calidad para los consumidores. Los productos de gama alta, los artículos de lujo, la moda y los cosméticos son especialmente populares. Como China es miembro de la OMC, las exportaciones a este país también se simplifican.
¿Por qué externalizar a China?
La subcontratación en China tiene una serie de ventajas para las empresas occidentales. Esto se debe a que China cuenta con una mano de obra muy numerosa y cualificada que no incurrirá en los mismos gastos que en Europa o Norteamérica, por ejemplo. Sin embargo, esto varía mucho según la región.
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