Un intérprete es un mediador para personas que se enfrentan a las barreras del lenguaje. Se encarga de convertir un pensamiento o una expresión procedente de un idioma de origen, en una expresión con un significado similar en el idioma de destino. La función del intérprete es la de transmitir cada uno de los elementos semánticos (el tono y el registro), así como la intención y los sentimientos que el emisor del mensaje de origen dirige a los receptores del idioma destino.
Los servicios de interpretación pueden realizarse de múltiples modos, pero los dos principales son la interpretación consecutiva y la simultánea. Vamos a examinar estos dos métodos.
Interpretación simultánea: definición
La primera vez que se hizo uso de la interpretación simultánea fue en los juicios de Nuremberg, y se trataron de una serie de tribunales militares celebrados por las fuerzas aliadas de la Segunda Guerra Mundial entre 1945-46. Posteriormente, a finales de la década de los 40 y a comienzos de los 50, los funcionarios de las Naciones Unidas introdujeron la interpretación simultánea como método más utilizado en la mayoría de las reuniones de la ONU debido a que ahorraba tiempo y mejoraba la calidad de los resultados.
En la interpretación simultánea, los participantes utilizan auriculares, y el intérprete transmite las palabras del orador en el idioma destino tan pronto como él o ella pueda formularlas desde el idioma origen, mientras que el orador del idioma origen continúa hablando; un intérprete de lenguaje oral, sentado en una cabina insonorizada, habla a un micrófono, mientras puede ver y escuchar con claridad al orador del idioma origen a través de los auriculares. La interpretación simultánea se transmite a los oyentes del idioma destino a través de sus auriculares. La interpretación simultánea se utiliza normalmente en congresos o conferencias, y es muy intensa.
Interpretación consecutiva: definición
En la interpretación consecutiva, el intérprete comienza a hablar después de que el orador del idioma origen ha terminado de hablar. El discurso se divide en segmentos, y el intérprete se sienta o permanece de pie junto al orador del idioma origen, escuchando y tomando notas según el orador va emitiendo el mensaje. Cuando el orador pausa o termina de hablar, el intérprete pasa a transmitir la parte del mensaje o el mensaje completo en el idioma de destino. Los discursos interpretados de forma consecutiva, o los segmentos de ellos, suelen ser breves. Hace cincuenta años, el intérprete consecutivo transmitiría discursos de 20 o 30 minutos; hoy en día, suelen ser de 10 o 15 minutos y se considera un período demasiado largo. Sin embargo, en ocasiones, dependiendo de la situación o del asunto que se trate, y en función de la capacidad del intérprete para memorizar el mensaje, el intérprete puede pedir al orador que haga una pausa tras cada frase o cada punto. La interpretación frase por frase exige menos memorización y por lo tanto, existen menos probabilidades de omitir partes del mensaje.
La interpretación consecutiva se utiliza frecuentemente en interpretaciones médicas, en las comunicaciones entre los pacientes y médicos o en las negociaciones comerciales.
Interpretación simultánea vs consecutiva
Para decidir si optar por una interpretación consecutiva o simultánea, los intérpretes y los usuarios de los servicios de interpretación deben entender el impacto de cada uno de estos modos. Los intérpretes consecutivos tienen más control de la situación: pueden aclarar las ambigüedades, pedir la repetición del mensaje, o determinar el significado de los términos más problemáticos. La interpretación consecutiva se sigue enseñando en la mayoría de escuelas de interpretación de conferencias y se considera un paso intermedio a la hora de aprender las técnicas más adecuadas de la interpretación simultánea.
La interpretación simultánea ahorra tiempo. Por ejemplo, en los tribunales ahorra un tiempo muy valioso en el juicio. Tan pronto como el abogado termina de hacer una pregunta, se produce la respuesta del testigo. Es más exacta que confiar en la capacidad de retención del intérprete de recordar largos pasajes de información a menudo inconexa, como suele ocurrir en la interpretación consecutiva. Este método hace que el intérprete necesite solicitar la repetición de la pregunta. Todos los que lleven puestos auriculares podrán escuchar con claridad la respuesta del testigo, a pesar de la acústica, que a veces no es muy adecuada en las salas de los tribunales. La fatiga del intérprete se ve reducida, ya que la tensión del esfuerzo por retener con exactitud largos pasajes es menor. El resultado es una interpretación de mayor calidad.
En conclusión, los estudiantes e intérpretes profesionales coinciden generalmente en que la interpretación consecutiva es más adecuada cuando se requiere una mayor precisión, pero hoy en día, se considera como un arte, un lujo del que hay que desprenderse cuando el tiempo es lo primero.
Añadir un nuevo comentario