Contratos, contratos de compraventa, reglamentos internos, sentencias judiciales, estatutos, patentes, condiciones comerciales o de uso generales u otras informaciones jurídicas... Muchas veces puede ser necesario traducir textos jurídicos al inglés. Pero, ¿cómo puede asegurarse la calidad de la traducción jurídica en inglés y a quién debe encargarse?
Retos que plantean las traducciones jurídicas al inglés
Las traducciones jurídicas al inglés pueden ser imprescindibles en múltiples contextos: operaciones comerciales de alcance internacional, internacionalización de servicios o productos, colaboraciones comerciales con socios de habla inglesa o, simplemente, la traducción de las condiciones comerciales generales de tu sitio web.
Sin embargo, la traducción de documentos de tipo jurídico es difícil y muy compleja. Hasta los errores de traducción o interpretación más pequeños pueden tener efectos extraordinariamente negativos y poner en peligro la validez del documento legal.
Por ello, es fundamental que encargues tus traducciones jurídicas al inglés a un traductor profesional especializado cuyo idioma nativo sea el inglés.
Encargar la traducción jurídica a un traductor profesional
Un traductor jurídico posee amplios conocimientos legales y domina la terminología del ámbito específico.
Además, un traductor jurídico debe cumplir determinados criterios fundamentales de calidad, como la minuciosidad, precisión estricta y profesionalidad, así como mantener el secreto de los documentos que traduzca.
Usar los servicios de un traductor nativo
Para asegurar la calidad de una traducción jurídica al inglés, no solo debe encargarse a un traductor nativo, sino que además debe ser del país al que va destinada la traducción.
Por ejemplo, lo ideal es que una traducción que va destinada a un socio comercial de los EE.UU. sea realizada por un traductor de dicho país. Esto es importante por varios motivos.
En primer lugar, un traductor criado en la cultura del país destino puede asegurar la adecuación idiomática de todo el documento. El idioma inglés varía mucho según el país: por ejemplo, entre el inglés americano y el británico hay múltiples diferencias en el vocabulario o la ortografía. Una palabra en inglés americano puede tener un significado diferente que en inglés británico.
Por lo tanto, en los documentos jurídicos pueden ser muy problemáticos los errores idiomáticos de este tipo.
Además, encargando el trabajo a un traductor del país destinatario se asegura que todo el documento se redactará en una única e igual variante de inglés y, de este modo, se obtendrá un texto unitario y coherente.
Alphatrad pone a tu disposición traductores jurídicos especializados con sólidos conocimientos legales que son nativos del país destinatario del documento.
Preguntas frecuentes sobre las traducciones jurídicas en inglés
¿A quién debe encargarse la traducción de textos jurídicos al inglés?
Cuando se desea encargar la traducción de textos jurídicos al inglés, deben utilizarse los servicios de un traductor profesional cuya lengua materna sea el inglés, especializado en traducciones jurídicas y que sea nativo del país al que va destinada la traducción.
Los textos jurídicos, ¿deben traducirse a inglés británico o americano?
Depende, principalmente, del objetivo de uso de los documentos traducidos. Si el destinatario es de Canadá o de EE.UU. debe traducirse, preferentemente, al inglés americano. Pero si el destinatario es del Reino Unido, la traducción debe realizarse, a inglés británico.
¿En qué casos deben jurarse las traducciones al inglés de textos jurídicos?
Es necesario jurar las traducciones jurídicas cuando así lo requieren las autoridades o entidades a las que debe presentarse la traducción.
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