Como todas las relaciones, las colaboraciones comerciales se basan en una forma de confianza y la valoración recíproca. Incluso cuando todos los participantes tienen la misma cultura, no siempre resulta fácil y, naturalmente, cuando se desea hacer negocios con personas de culturas muy diferentes, es necesario crear una atmósfera lo más agradable posible, ya que son inevitables los pequeños malentendidos. Entre las culturas china y europea existen grandes diferencias y establecen también las condiciones marco óptimas para unas negociaciones satisfactorias.