Traducir cartas de restaurante es más complejo de lo que parece. En la gastronomía española, por ejemplo, tenemos algunos platos con los que una traducción literal no sirve. Es necesario contar con un profesional nativo que conozca la cultura de ambos países y sepa reinterpretar los nombres y los ingredientes correctamente.
No solo está en juego la imagen del restaurante, sino que además se pueden dar errores muy incómodos e incluso producirse consecuencias graves en casos de alergias.